sábado, 27 de septiembre de 2008

e c o

Antes de ti pensaba que
el aire era un trozo de aire.
Y nada más.


No entiendo gran parte de las cosas. En especial las que dices con ese tono tan lindo, mientras sonríes. Pero me gusta poner cara que sí y que le pongo más atención a tus palabras que a tus ojos que van creando el movimiento.




Me gusta pensar que en un rincón de mi boca siempre se guarda el beso de anteayer, y de ayer, y de hoy, y de mañana. Que no los invento todos y que, quizá, me regalas uno a lo lejos, por muy brevísimo que sea.
Me gusta pensar que el destino del amor no está vacío, como vacío estaba mi amor.
Me gusta esperar.
Me gusta tararear lo que sea, pero que me recuerde a ti.
Me gusta ver la noche, y el día. Sobretodo el día.
Me gusta mezclar los colores hasta ver nacer uno nuevo.
Me gusta jugar.
Me gusta separar las palabras, y trabarlas, por timidez.
Me gusta un abrazo.
Me gusta la casualidad.




Me gusta estar justo en el momento donde estás.



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